“Lo que más me gusta es mandar fotos”.

 

La nueva tecnología ha llegado a su vida cuando está a punto de cumplir 81 años. Remedios Santos reconoce que nunca se pudo imaginar que podría mantener contacto con su familia a través del Whatsapp. Asegura que le entretiene de tal manera y le absorbe, que se le ha llegado a quemar la fritura de la comida.

 

Asegura que lo que más le gusta hacer con el móvil es “mandar fotos y si son malcriadas, mejor”. Cree también que es una buena forma de comprobar “que todos están bien”.

 

Gracias al móvil y el Whatsapp ha conseguido mantener contacto con algunos familiares y hasta con las propias vecinas del barrio donde vive.

 

Recuerda Remedios que cuando era pequeña, en su casa “no había radio”, y que la mayor tecnología que tenía su padre era “un disco en el que se le ponía un brazo por encima para que funcionara y al que se le daba a una ruedita” (Gramola).

 

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