Con un buen café y un poco de fe, no hay obstáculo insalvable. Ten a mano un buen café para esas mañanas somnolientas o para esas tertulias de sobremesa en las que entre todos arreglamos el mundo. Pero además de café, ten fe. Fe en ti mism@, en la vida, en tus ilusiones, en las personas y en que todo va a salir bien.
Nosotros tenemos (ca)fé en nuestros proyectos. ¿Y tú?