José Miguel Álamo, Consejero de Política Social del Cabildo de Gran Canaria, asistió a una de las sesiones del taller literario “Aprendiendo a Contar”, en la Residencia de Mayores ‘Ferminita Suárez’ de Vecindario.

 

Se trata de una iniciativa del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria del Cabildo de Gran Canaria, que coordinada por el escritor Santiago Gil y la editora Guadalupe Martín cuenta con la activa participación de una treintena de mayores de este centro sociosanitario.

 

El proyecto incentiva la recuperación de los recuerdos a través de la palabra escrita, al tiempo que logra que los mayores participantes rememoren tradiciones, anécdotas, juegos o expresiones que, en muchos casos, se mantenían en el olvido.

 

Esta actividad se inició en el CSS Arucas (35 participantes) y se ha ido extendiendo a las residencias de mayores de Vecindario (40 participantes), El Pino (25 participantes) y El Sabinal (25 participantes), contando con una participación total de alrededor de 125 residentes y usuarios.

 

José Miguel Álamo indicó que “la experiencia está siendo sumamente interesante porque los recuerdos de unos mayores sirven para activar los de los otros, de tal forma que el pasado de todos ellos termina muchas veces confluyendo en calles, tiendas, acontecimientos deportivos o personas que tuvieron una relevancia común en la vida de muchos de ellos”.

 

Igualmente, Álamo incidió en que “esta actividad facilita el conocimiento entre los distintos usuarios de los centros, y a su vez activa su memoria y ayuda en la interacción y la comunicación que mantienen entre ellos”.

 

Con este taller, enmarcado en la línea de nuevas actividades puestas en marcha por el Instituto AS (surf terapéutico, piragüismo terapéutico, taller de ipads, equinoterapia,..) se fomenta la creatividad de los mayores y se logra que escriban los detalles más trascendentes de una vida que, de no ser contada, se perdería para siempre. Se insiste sobre todo en la escritura de los recuerdos de infancia y juventud de cada uno de los participantes. De esta manera se recuperan tradiciones, juegos, personajes y vivencias que nos permiten conocer un poco mejor cómo se vivía en la isla hace años.

 

“Se trata –declaró José Miguel Álamo- de enseñarles a contar, no solo a escribir, y esto último es importante entre quienes no tuvieron la suerte de acceder a una educación básica”. “En esos casos –añadió- se graban sus vivencias o son los responsables del taller los que transcriben sus recuerdos.” Los talleres incluyen una aproximación a los distintos géneros literarios y se componen de sesiones teóricas y prácticas.

 

Esta iniciativa se ha  consolidado en cada uno de los centros participantes gracias a la participación activa del personal de los mismos que, en coordinación con los responsables del proyecto, mantienen esos encuentros de los mayores con el fin de que sigan ahondando en sus más lejanos recuerdos.