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Aunque los usos militares de los exoesqueletos que ya utilizan los soldados estadounidenses hayan sido los que más espacio han ocupado en los medios de comunicación, las posibilidades de esta tecnología se amplían cuando se trasladan a la vida cotidiana. Sobre todo para ayudar a personas con discapacidades motoras.
Gracias a los exoesqueletos es posible conseguir que pacientes hasta ahora condenados a utilizar una silla de ruedas puedan volver a caminar.
Eythor Bender nos explica cómo la biónica nos hará más rápidos, más fuertes, más seguros.
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