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Ayer tuvimos la gran suerte de contar con la presencia de Fidel Delgado, que nos mostró ‘a su manera’ que la empatía y el humor son las mejores herramientas de concienciación social. Mensajes contundentes, profundos y directos a sacudir nuestras conciencias, mientras nos deleitaba con su particular y humorística ‘visión’ de la vida.
Fidel nos invitó a mirarnos sin miedo en el espejo y a observar nuestras contradicciones e incongruencias, para aceptarlas y entender que ‘el mensaje es el mensajero entero’. Nos alentó a descubrir nuestros miedos y a aceptarlos, abrazarlos y pactar con ellos un tratado de mutuo acuerdo y a practicar el arte de la autoobservación para detectar cómo andamos de empatía con nosotros mismos.
Gracias, Fidel, por confirmarnos que cuando abrimos los ojos ‘de verdad’ y estamos ‘presentes’ descubrimos que, efectivamente, las posibilidades…son infinitas.
