“Muchas personas no saben que es obligatorio para la comunidad facilitar la accesibilidad si hay un vecino con una discapacidad. No se ha hecho publicidad de estas modificaciones, pero esa persona impedida ahora está amparada por la ley”.
Vicente Magro Servet, magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid, colabora con colegios de arquitectos de España para explicar el cambio legislativo que obliga a la instalación de ascensores y eliminación de barreras arquitectónicas en los edificios y las dificultades técnicas y legales que se pueden encontrar en los inmuebles antiguos.
-Las comunidades de vecinos siguen votando si se hacen obras o no, si se instalan ascensores o no… ¿No se sabe que la ley obliga ahora a hacerlo?
-Muchas personas no saben que es obligatorio para la comunidad facilitar la accesibilidad si hay un vecino con una discapacidad. No se ha hecho publicidad de estas modificaciones, pero esa persona impedida ahora está amparada por la ley.
-¿Cuándo cambió esto?
-La legislación era antigua hasta 2013 porque no reconocía que era obligatorio eliminar las barreras arquitectónicas en los edificios antiguos e instalar ascensores y lo dejaba al albur de la junta de propietarios. Pero la nueva legislación es más proclive a la solidaridad para que sí se reconozca esa obligación de todos.
-Vamos, que ya no hay nada que votar.
-Efectivamente. La junta de propietarios votaba y si por mayoría salía que no se ponía un ascensor, o no se hacía una rampa o se instalaba una elevador, pues no se podía hacer nada. Ahora no existe esa posibilidad, sino que es una obligación. Basta que una persona con dificultad de movimiento lo solicite para que haya que hacerlo.
– Supongamos un edificio antiguo con escalones para llegar hasta el ascensor. ¿Qué se puede hacer?
-Si no se puede construir una rampa, porque no haya espacio o la inclinación sea excesiva, se puede poner una plataforma para salvar la escalera hasta el ascensor. Si aún así no es posible, habría que bajar el ascensor a la cota cero.
-¿Y si ninguna de esas posibilidades es viable?
-El último recurso es un ascensor en la vía pública, por la fachada del edificio. Previamente, debe existir, por supuesto, una petición expresa de un vecino con discapacidad y un informe de arquitectura debe certificar que es imposible actuar en el interior del edificio. Si eso es así, la Administración está obligada a ceder espacio público para su instalación por el exterior.
– ¿Qué pasa si el ascensor no se puede poner porque no hay sitio para hacer la caja por unos metros?
-Que se puede expropiar. Ya ha ocurrido que para instalar un ascensor se han tenido que expropiar unos metros de un local comercial o del piso de un vecino. Eso no se puede hacer, claro, si supone un daño insostenible en una vivienda o para el negocio afectado. Pero si no es así, la comunidad le indemniza y está obligado a ceder.
-En cualquier caso, instalar un ascensor en un edificio tiene un coste muy elevado y en ese tipo de inmuebles suelen residir personas mayores que viven de sus pensiones.
-Es cierto que es un problema, porque hay muchas personas que viven con pensiones muy bajas, que no pueden pagar una derrama, y que se encuentran con que tienen que hacer este tipo de obras que son muy gravosas para ellas. Por eso es necesario que, si hay una legislación que obliga a la solidaridad, la Administración sea la primera solidaria.
– Sí, pero si se concede una subvención para hacer esas obras, como las de rehabilitación, se consideran ingresos y al hacer la declaración del IRPF computan y puede salir que un pensionista tenga encima que pagar .
-Eso es cierto. Hombre, si la pensión es muy baja, aún con la ayuda no se pasaría del límite, pero también es verdad que las administraciones deben ser conscientes de que si trasladan la solidaridad a los vecinos, esta no debe recaer solo en los privados. La parte pública debería hacer su aportación.
– ¿Por qué este cambio en la legislación?
-Las asociaciones de personas discapacitadas han trabajado mucho en ese sentido, para que se reconozcan sus derechos. Y además, cada vez se prolonga más la vida y hay muchas personas mayores con necesidades que obligan a mejoras que antes no se contemplaban.
-No hace falta ser mayor. Los cochecitos de los bebés… Si uno se rompe una pierna…
-Tiene toda la razón del mundo. La legislación no contempla estos casos. Y se han dado situaciones vergonzantes, como un señor que vivía en un ático y tuvo un accidente grave que le impedía salir a la calle y quedó literalmente secuestrado en la calle. Le subían la comida con una polea por la ventana. Eso es tercermundista, pero la legislación estaba en su contra, los vecinos no querían hacer la inversión y le decían que vendiera el piso y se cambiara de casa. El hombre había heredado ese piso y era lo único que tenía y su situación era terrible. Este tipo de cosas no se deberían consentir, de ahí que se abogue también por la solidaridad dentro de las comunidades.
Fuente: www.laopinioncoruna.es