7ae73efe4c50580e061849ef2d5b5ea4

¿Inaccesible yo?

 

Tod@s nos merecemos un entorno más accesible. Tod@s merecemos que la sociedad en la que vivimos no nos excluya. Pero este derecho natural debería ser tan dado como recibido.

 

La pregunta que deberíamos hacernos cada un@ de nosotr@s es: ¿Yo soy accesible?

 

El ejercicio de la autoevaluación es muy saludable y se puede practicar a cualquier hora del día (incluso después de haber comido): ¿Damos lo que pretendemos recibir? ¿Respetamos el tiempo y el espacio del otro?

 

Cuando nos encerramos en nosotros mismos y nos empeñamos en ver sólo nuestra realidad, no somos accesibles. Cuando encontramos una piedra en el trayecto tenemos dos opciones: usarla para construir un muro o para construir un puente. La elección siempre es nuestra… aunque a veces, no lo parezca.

 

8835fed4de3847a26822c5cc338a0cab

Actitud

    A veces, las circunstancias no son propicias para la felicidad y hablar de ‘actitud’ nos puede llegar a parecer una broma pesada. Quizá sea momento de recordar que la felicidad es, además de una actitud, una decisión.    A veces, las circunstancias adversas, están ahí para hacernos ver qué es lo que NO queremos en nuestra vida. Entonces, podría ser un buen momento para revisar nuestro papel en la realidad que nos rodea y plantearnos un cambio en el guión. Como dice el post que les dejamos a continuación: “La vida es una película, así que… ¡dirígela bien!”:

 

Charles Chaplin decía que la vida es una obra de teatro que no permite ensayos, pero yo no estoy tan segura…

 

Hace unos meses me regalaron un llavero. Un pequeño souvenir traído desde la meca del cine: Hollywood. Tiene forma de claqueta (imprescindible en cualquier rodaje) y en ella se puede leer la frase: “Life’s a movie. Direct it well” (“La vida es una película. Dirígela bien”). Se me ocurrió que podía ser el llavero perfecto en el que enganchar las llaves de la azotea…al fin y al cabo es el lugar desde el que mejor puedo contemplar a las “estrellas”.

 

Sin duda, hablar de la vida como si de una película se tratara, me parece una metáfora muy interesante, sobre todo cuando observo que aunque el mundo gira para todos a la misma velocidad, aquí cada cual percibe la realidad a su propio ritmo y aunque estamos todos en el mismo “centro comercial” cada uno entra en una sala de cine diferente y “se mete” en una película distinta.

 

No sé si estoy de acuerdo con Chaplin cuando dice que no hay posibilidad de ensayo. Me inclino más a pensar que la vida nos permite cada día muchos ensayos hasta que interpretamos la escena de la mejor manera posible. Creo que cuando uno se baja del escenario, se sienta en la butaca y observa la realidad como espectador durante un rato, se da cuenta de muchas cosas. Una de ellas es del reparto de papeles y otra de la posibilidad de cambiar el guión.

 

Si quieres una buena película…tendrás que dirigirla bien y para ello necesitas un buen reparto de papeles…empezando por el tuyo. ¿Qué papel quieres interpretar en tu propia producción? ¿No es lógico que seas el o la protagonista? ¿Qué sentido tiene darte a ti mismo un papel secundario…o el de un simple extra? Y con respecto a los demás… ¿qué papeles ofreces?

 

El otro día presencié una escena de una serie de televisión que no tenía desperdicio: Una mujer enrabietada con su padrastro le reprochaba: “Mi madre intentó suicidarse por tu culpa”. Y el acusado, que no tenía ni idea de lo que la furibunda chica le estaba contando, le replicó: “Yo soy una buena persona, ¿sabes? Tal vez me ha tocado ser el villano en tu historia, pero yo soy una buena persona”.

 

Fue en esa última frase donde encontré la clave de tantos conflictos en determinadas escenas de nuestra vida: comprender que el papel que otro nos otorga en su producción no es asunto nuestro (aunque podemos elegir actuar o no bajo sus órdenes). A veces, no consideramos justo el personaje que otro nos impone en su película, pero recordar que es “su película” y no la nuestra, recordar que somos libres para elegir no interpretar ese papel…es bastante liberador.

 

Por otro lado, nos queda el poder total y absoluto para cambiar el guión. A veces olvidamos que está en nuestras manos, qué es nuestra responsabilidad y que se puede hacer tantas veces como consideremos necesario u oportuno. ¡Es nuestra película! Y de nosotros depende que sea un drama o una comedia, un culebrón, una superproducción o una absoluta “castaña” infumable.

 

De nosotros depende que esperemos que nos llueva una “subvención” del Universo para hacer realidad nuestros sueños o que nos planteemos hacer “lo mejor que podamos, con lo que tengamos y desde donde estemos”. Y esto no es lo mejor, además si no sale bien a la primera…no se acaba el mundo.

 

Como dicen por ahí: “Si has tomado el camino equivocado, no sientas lástima de ti mismo: ¡da la vuelta!”.

La vida es una película, así que… ¡dirígela bien! 

 

http://strawberryfeelsworld.blogspot.com.es/2012_01_01_archive.html

 

 

464b3f74fd6601955ccb022f610c3111

Tenemos ca’fe’ en nuestros proyectos

 

Con un buen café y un poco de fe, no hay obstáculo insalvable. Ten a mano un buen café para esas mañanas somnolientas o para esas tertulias de sobremesa en las que entre todos arreglamos el mundo. Pero además de café, ten fe. Fe en ti mism@, en la vida, en tus ilusiones, en las personas y en que todo va a salir bien. 

 

Nosotros tenemos (ca)fé en nuestros proyectos. ¿Y tú? 

814d386f5c4138112e5fa70430be6661

Etiquetas

 

Les invitamos, con el humor de nuestro amigo Morgan, a practicar un saludable ejercicio: liberarse de las etiquetas. Porque no somos ni nuestras virtudes ni nuestros defectos.

Compartimos esta reflexión extraída del blog ‘Strawberry Feels”:

 

“Etiquetar no es ni “bueno” ni “malo”. Es más, en esta realidad tridimensional, necesitamos etiquetar, estructurar, clasificar y catalogar, entre otras cosas, porque necesitamos un orden, incluso dentro del caos. El problema no creo que sea etiquetar sino cómo etiquetamos y qué consecuencias se derivan de nuestras etiquetas..”

 

Leer artículo completo:

http://strawberryfeelsworld.blogspot.com.es/2011_12_01_archive.html

 

Viñeta: Dos personajes que tienen por cabezas una maraña de etiquetas, mantienen la siguiente conversación: 

– Yo creo que usamos las etiquetas para distinguirnos de los demás (Dice el primero).

– Mismamente (Responde el segundo).

 

be76d1a55ee5ffb3b2dc895570c95b36

Con motivo del Día Mundial del Corazón

 

Aprovechando que hoy, 29 de septiembre, se celebraba el Día Mundial del Corazón, destacando la importancia de cuidar nuestra salud cardiovascular, no está de más destacar ese otro aspecto del corazón que urge cuidar tanto o más: el que se abre y permite que caigan las barreras que pretenden hacer de las diferencias entre las personas un motivo para la discordia.

 

Con esta ilustración de nuestro querido amigo J.Morgan, recordamos que la accesibilidad y la inclusión comienzan por ponerle una rampita… al corazón.

 

Imagen: Ilustración del dibujante grancanario J.Morgan en el que aparece una niña empujando una silla de ruedas en la que va ‘sentado’ un corazón, dirigiéndose hacia unas escaleras. El texto de la viñeta dice “la accesibilidad y la inclusión comienzan por ponerle una rampita al corazón”

58b053c805beeea9e04dde1724076741

Viñeta para el Congreso de Medicina Familiar de Expomeloneras

 

El Instituto de Atención Social  y Sociosanitaria (IAS) del Cabildo de Gran Canaria está presente, con su proyecto “Gran Canaria Accesible”, en la 34º Edición del Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria que se celebra en Expo-Meloneras del 12 al 14 de junio, reuniendo a profesionales médicos de todo el territorio nacional.

 

La presencia del Instituto IAS, a través de Gran Canaria Accesible, señala José Miguel Álamo, consejero de Política Social del Cabildo de Gran Canaria, se centra en un stand informativo donde se hace especial hincapié en la importancia de la accesibilidad en la comunicación escrita para cualquier paciente, especialmente si sufre algún tipo de discapacidad, con el fin de fomentar una lectura fácil que permita entender mejor pautas y tratamientos.

 

Para ello, contamos una vez más con la colaboración del humorista gráfico Morgan, que nos vuelve a diseñar una viñeta relacionada con el tema y que, junto al comentario elaborado por María D. Pérez , se distribuirá entre los asistentes, con el fin de captar su atención e implicarles en otras cuestiones importantes para garantizar la accesibilidad y el diseño para todos, así como la eliminación de barreras de todo tipo (físicas, de la comunicación, de la comprensión, mentales, etc.) en los edificios, centros, dependencias, instalaciones y procedimientos del ámbito sanitario.

 

 

35b3ab2a19f46ac3056fff8ccff085c4

Tú al bastón y yo a la Tablet

 

Cuando Nayra tenía apenas un año, entró en el cuarto de su abuelo y encontró unas viejas fotografías que él guardaba como oro en paño, en el cajón de su mesita de noche. Inconsciente del valor sentimental que tenían aquellas imágenes en papel, jugó con ellas y las mordisqueo, dejando algunas fotos bastante estropeadas.

 

A Nayrita no se le olvidará nunca el disgusto de su abuelo que, intentaba disimular diciendo que aquello era una ‘chiquillada’ sin importancia y que las fotos eran ‘muy viejas’. A ella, que asomaba la nariz por el espacio que dejaba la puerta entreabierta del cuarto de su abuelo, no le pasó desapercibida la lagrimita que escapaba de sus arrugaditos ojos cuando volvió a dejar en el cajón aquellas maltrechas fotos.

 

Unos años más tarde, Nayra descubrió las enormes posibilidades que guardaba la Tablet que se había comprado su padre y, muy decidida, le propuso darle una sorpresa a su abuelo: Escanearon las viejas fotografías y las repararon digitalmente, guardándolas en un archivo de la Tablet con copia de seguridad.

 

Un domingo por la mañana, cuando el abuelo de Nayra estaba tomado el sol en la plaza, se presentó delante de él con el artilugio tecnológico: “Abuelo, mira lo que he hecho para que me perdones por haber intentado comerme tus fotos cuando era pequeña”.

 

El abuelo de Nayra se echó a reír, preguntándose que traería su nieta escondido en aquel cacharro. Cuando vio las fotos y como Nayra las ampliaba con solo tocar la pantalla… ¡no se lo podía creer! Estaba tan contento que le salían chiribitas por los ojos.

 

Desde aquel domingo, abuelo y nieta han encontrado en las nuevas tecnologías un nuevo punto de encuentro. Han llegado a un acuerdo: El abuelo le presta el bastón a Nayra (con el que se pone a ensayar coreografías en medio de la plaza) y ella le pide a su padre la Tablet para que el abuelo se entretenga viendo fotos y enseñándoselas a sus amigos.

 

Ahora, cuando alguien suspira diciendo aquello de “¡Cómo han cambiado los tiempos!”, el abuelo de Nayra piensa que sí, que han cambiado, y tanto…para mejor.

 

María D. Pérez 

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Traducir »