La ONCE y REDSYS colaborarán en pro de la accesibilidad y el diseño universal en los sistemas de pago

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La ONCE y REDSYS Servicios de Procesamiento S.L. han firmado en Madrid un convenio de colaboración por el que se comprometen a aunar esfuerzos y a compartir sus respectivos conocimientos para lograr la accesibilidad plena en los sistemas de pago y cobro.

 

El presidente y director general de REDSYS, Jesús Verde López, y la vicepresidenta del Consejo General de la ONCE, Teresa Palahí, han sido los encargados de formalizar la rúbrica, que ha tenido lugar en la sede del Consejo General de la Organización, sito en la calle José Ortega y Gasset, 18.

 

Jesús Verde ha señalado que “este acuerdo con la ONCE y su Fundación es importante por el trasfondo social que conlleva, ya que acercamos los medios de pago a las personas con discapacidad, lo que supone un orgullo para nuestra empresa”. El presidente y director general de REDSYS ha comentado que “dotamos de universalidad a los medios de pago para que no sean una barrera, y lo hacemos con todos los componentes de accesibilidad diseñados desde el origen”.

 

Teresa Palahí ha afirmado que “para la ONCE y su Fundación, este acuerdo es muy importante para acabar con las barreras en los procesos de pago”. La vicepresidenta del Consejo General de la ONCE ha destacado que “estos productos salen de fábrica con los estándares de accesibilidad, lo que supone un avance para todos, ya que se favorece la normalidad”.

 

El principal objetivo de dicho acuerdo es tratar de impulsar que los procesos de pago y cobro de uso general para todos los ciudadanos puedan ser utilizados en condiciones de igualdad, tanto en su accesibilidad como en su seguridad, por aquellos que tienen discapacidad, especialmente las personas con ceguera o discapacidad visual grave. Por lo general, estas personas todavía hoy se encuentran con muchas barreras a la hora de poder realizar pagos con tarjeta en comercios o en máquinas expendedoras, o para llevar a cabo transacciones a través de cajeros automáticos, al no estar dichos dispositivos diseñados siguiendo pautas de accesibilidad para todos.

 

La colaboración de ambas entidades estará dirigida a los nuevos servicios o productos que se desarrollen y se implanten relacionados con los sistemas de pago, independientemente de los medios tecnológicos implicados en los procesos (TPV, cajeros, terminales móviles, etc.). Pero, al mismo tiempo, se tratará de mejorar la accesibilidad de los productos y servicios existentes, con el objeto de identificar e implantar soluciones que faciliten su uso a las personas con discapacidad.

 

Barreras en el uso de estos sistemas

 

El simple hecho de tener que teclear el código PIN de la tarjeta en un TPV a la hora de realizar una compra, puede resultar una gran barrera para una persona con discapacidad visual, ya que en la mayoría de las ocasiones estos dispositivos no cuentan con pantallas accesibles que permitan comprobar los datos y estado de la operación. Incluso, en muchas ocasiones, se han eliminado de los TPV las teclas y su uso se realiza a través de pantallas táctiles inaccesibles.

 

Del mismo modo, cada vez es más frecuente la presencia de dispositivos electrónicos interactivos para la compra de productos y pago de servicios –autopago-, en sustitución de las personas que antes se encargaban de esas transacciones. En la actualidad, estas máquinas no están adaptadas para que las personas ciegas puedan utilizarlas de forma autónoma, aunque ya se hayan realizado algunos avances.

 

Sí existen algunos terminales que incorporan teclados con alto contraste de color y macrocaracteres y formas o señalizaciones para su percepción táctil, confirmación auditiva y/o perceptible al tacto; bocas de entrada de dinero y tarjetas fácilmente localizables de forma visual y táctil, así como interfaces que facilitan la información de forma sonora. Estos terminales permiten que una persona ciega pueda interactuar con ellos sin ayuda de terceros.

 

Estas mismas facilidades deberían incorporarse a los cajeros automáticos, que salvo en casos muy contados, no disponen de mensajes de guiado por voz para la selección de las operaciones o a veces son táctiles, lo que impide su uso para una persona ciega.

 

Con anterioridad a este acuerdo, la colaboración entre ambas entidades ya ha permitido algunos avances gracias al establecimiento en los estándares técnicos de REDSYS de un sistema de pitidos en los TPV que indican los distintos estados por los que pasa un pago con tarjeta: la lectura de la misma, la petición del PIN, los posibles errores o la verificación de la transacción, entre otros, de manera que el proceso resulte más intuitivo para quienes no pueden ver la pantalla del terminal.

 

A partir de este convenio, el objetivo será, por tanto, trabajar para que los sistemas de pago y cobro que están empezando a implantarse en el mercado sean accesibles desde el inicio, aprovechando las ventajas que las nuevas tecnologías pueden aportar (identificación biométrica, tecnología NFC, etc.), evitando aquellos aspectos que puedan constituir nuevas barreras para las personas con discapacidad visual.

 

Fuente: www.once.es

 

Imagen: El presidente y director general de REDSYS, Jesús Verde López, y la vicepresidenta del Consejo General de la ONCE, Teresa Palahí.

 

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