Pese a la gran discapacidad que lo tiene postrado en una cama y enganchado a un respirador, Alfredo Sánchez Sansano es un joven «normal», dice su padre, José María. Por eso, como la mayoría de chavales, se maneja de maravilla en las redes sociales, sobre todo en facebook, donde este lunes recibía cientos de felicitaciones por haber ganado «una batalla dentro de una gran guerra: la de la integración».

 

Con esa satisfacción acogía este lunes la familia de este vecino de Crevillent -afectado por Distrofia Muscular de Duchene- la sentencia del juez del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Elche, quienestima íntegramente su demanda contra el Auditorio de la Diputación Provincial de Alicante (ADDA), entidad que le prohibió la entrada a una ópera en el citado inmueble el 13 de abril de 2014.

 

En un auto que no deja mucho espacio a los matices, el magistrado considera que la demandada «vulneró los derechos fundamentales de igualdad y no discriminación de Alfredo Sánchez Sansano», al tiempo que estipula a partir de ahora el derecho del demandante a «asistir libremente, previa comunicación al Auditorio, realizando ésta los ajustes necesarios para ello».

 

Según el fallo, «basta con observar [a Alfredo] con un poco de empatía para imaginar lo que pudo sufrir una persona con sus dificultades motrices tras ver frustrada una gran ilusión» y ser consciente de que se cometió una «injusticia».

 

Por este motivo, la sentencia obliga a la parte demandada a reparar el «daño moral» provocado, indemnizando a Alfredo con 30.000 euros y haciéndose cargo de las costas del juicio.

 

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