Acompañamos a los usuarios del CAMP Reina Sofía del barrio capitalino del Lasso al taller de piragüismo que realizan cada jueves junto con los monitores del Aula Universitaria de Piragüismo. La actividad se lleva a cabo con personas con discapacidad intelectual psíquica grave. Iván es uno de ellos. Es un entusiasta de la piragua, lleva 4 años participando y cada semana espera con ansia entrar en el agua. Fernando, el fisioterapeuta del centro, lo lleva cada jueves desde la avenida hasta la orilla para realizar el calentamiento. Y, aunque de un tiempo a esta parte se hace más difícil mover la silla de ruedas de Iván por la playa porque las tablas de madera no llegan hasta la orilla, llegar y sentarse en el kayak es toda una satisfacción.

 

La actividad la realizan en la playa de Alcaravaneras, un espacio idóneo para la práctica de este deporte ya que está resguardado por todos lados lo que permite a los monitores adecuarse al nivel de los usuarios. Después de haberse resguardado durante los meses de invierno han regresado con muchas ganas y con mucha pasión. “Iván me pregunta todos los días si vamos o no vamos a piragüismo”, explica Fernando, uno de los fisioterapeutas del CAMP, “se ve que le gusta”. Y no es para menos. Durante la práctica del piragüismo los participantes mejoran física y psicológicamente; disfrutan del deporte, y ven cuáles son las posibilidades de su cuerpo, adquiriendo poco a poco la motricidad que necesitan para impulsarse con la pala y mejorando su autonomía.

 

Pero, ¿qué es el piragüismo?

El piragüismo es un deporte acuático que se practica sobre una embarcación ligera –kayak, canoa o piragua- tripulada por una o varias personas en aguas tranquilas.

 

 

El objetivo del piragüismo adaptado es acercar el deporte a las personas que tienen alguna discapacidad adaptándose a sus necesidades para facilitar en la medida de lo posible su práctica. Una de las medidas que se toman es que cada participante disponga de un monitor con el objetivo de desarrollar la actividad de la forma más segura posible.

 

Adaptaciones de la piragua

En algunas ocasiones hace falta adaptar el kayak a las características de los usuarios, por ejemplo, si estos tienen problemas de espalda o no pueden mantener la postura por sí mismos. En ese caso existen elementos que se pueden añadir como un respaldar lumbar que permite rectificar y mantener la postura con ayuda.

 

 

Beneficios de la práctica de piragüismo

Existen muchos beneficios a nivel físico y motriz, como trabajar el equilibrio, la fuerza o la coordinación. Además se adquieren una serie de hábitos tanto en cuestiones de seguridad como del transporte y cuidado de un material que no les pertenece. Pero sobre todo supone un beneficio social y emocional. Salir del entorno habitual y entrar en contacto con el mar y con otras personas, trabajar en equipo y relacionarse implica que entren en juego diferentes sensaciones que en su día a día difícilmente llegan a tener.